El amor a distancia es el que más duele.
Porque, aunque quieras abrazar a alguien, aunque quieras sentirlo cerca de tí... un millón de kilómetros os separan, y no se puede hacer nada en contra de la distancia.
¿Qué hacer cuando no podemos ver a la persona más querida y más anhelada? Cuando no podemos decirle todo lo que sentimos a la cara, cuando le gritamos un te quiero y no lo puede oír... Sólo podemos esperar, esperar a que alguien se apiade de nosotros y nos lleve al encuentro esperado, o escaparnos de las miradas conocidas y de los susurros de indignación, y correr, correr sin mirar atrás, escapar y rebelarse contra los grilletes que nos atan...
Porque podemos luchar contra el odio, contra las peleas, contra la falta de dinero o de caridad, podemos luchar contra personas odiadas y personas queridas, podemos luchar contra nosotros mismos, podemos luchar en la distancia... pero no contra la distancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario