La tua cantante

De pronto me vi esperando por ti en un bucle infinito del que era casi imposible salir, donde yo esperaba retocandome para verte y tu te quitabas el sombrero ante damas que únicamente retocaban sus tangas. Y me dije a mí misma que tenía que salir de aquello así me fuera la vida en ello. Que sí, que te veo y se me cae el alma a los pies, que me dan ganas de hacerte mío, pero por favor, sal de mi cabeza que la estás sobre calentando. Que odio los insectos y estas odiosas mariposas no se separan de mi. Que si no puedo tenerte al menos ayúdame a olvidarte, porque estas hormonas no se controlan solas.

-En esa época era feliz, pero no lo sabía.

-Entonces igual eres feliz ahora y tampoco lo sabes.