A ver, ¿Cómo quiere que se lo cuente? No lo iba a entender, no lo entiendo ni yo. Él se puso a hacer café, y yo empecé a cotillear en sus cosas. Y de repente, sentí esa estupidez que por lo visto le da a mucha gente.
¿Sabes lo que quiero?
Quiero levantarme a las seis de la mañana con el pelo revuelto después de haber hecho el amor contigo durante toda la noche. Que estemos solos tú y yo en casa, que habrá la ventana y vea el cielo gris, la marea, la arena de la playa vacía, limpia. Que me llegue el olor del mar y el aire esté tan frío que me haga tiritar y morderme el sonrosado labio.
Que me dé la vuelta y te vea a ti tumbado en la cama, sin camisa, con una suave sábana blanca cubriéndote de cintura para abajo, que esté mi rojo de labios tirado en el piso junto a mi ropa revuelta, y que tengas marcas en el cuello de mis besos.
Desayunar los dos juntos con un café y tostadas, tú sin camisa, yo con una tuya, que me tenga que remangar las mangas porque es demasiado grande para mí.
Que tires la taza a un lado y me vuelvas a hacer el amor contra la encimera, y me digas que me quieres aunque tenga el aliento de la mañana.
Que paseemos por la playa de la mano, mientras el sol sale, sentarnos a la orilla y juguetear con las manos, las lenguas, las bocas y si queda tiempo, con la arena. Que me cojas en brazos y me lleves al agua con ropa incluida, y terminar de despejarnos con el sabor salado del agua marina.
Quiero que tengamos unas mañanas así, ¿sabes? Solo tuyas y mías.
Sin pensar en problemas… que el único problema que tengamos sea que mi sujetador no se desabrocha lo bastante rápido.
como siempre, me encanta :)
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